Eva nació en Ovalle, pero el amor la trajo a estas tierras del sur, ya que se casó con un Lemuyano a sus 19 años. Fue su suegra quien le transmitió el conocimiento tradicional ancestral de las artesanías chilotas en lana, las cuales a ella le apasionan. Sobre todo porque el sueño frustrado de Eva es poder haber estudiado Diseño y Vestuario, por lo que el desenvolverse en este oficio le permite dar riendas sueltas a sus creatividad expansiva.

 

Eva siempre ha compartido su saber con quien quiera aprenderlo, sobre todo para las mujeres que necesitan aprender oficios para aumentar los ingresos de sus familias a las cuales sostienen.

 

La participación de Eva en la Yurta Minga Ancestral del Rayen Pülli es muy importante ya que le permite poder seguir transmitiendo y compartiendo su saber al mismo tiempo que logra aumentar sus ingresos, ya que solo subsiste gracias a su pensión de viudez.